Es un hecho. Las empresas cada vez invierten más en la forma de enviar sus productos. El packaging se ha convertido en parte de la experiencia de compra, ya es parte del diseño de imagen de marca. Los clientes ya no sólo valoran el contenido del paquete, sino que aprecian e incluso evalúan el envoltorio en sí.
El momento unboxing del cliente se ha convertido en la primera toma de contacto con el producto, una experiencia que el comprador incluso puede llegar a compartir por redes sociales, y eso se traduce en notoriedad para la marca.
Esta tendencia por tanto hace que las empresas quieran que sus packagings sean cada vez mejores. Es aquí donde entran las mejores agencias de branding en España. Son estas empresas las que, siguiendo las directrices de la empresa y sus valores de marca pero respetando siempre su imagen corporativa, diseñan un packaging acorde a la experiencia que busca dicha marca en las ventas de sus productos.
En definitiva, no se trata de vender sólo un producto, sino de hacer que el cliente quede tan satisfecho con la experiencia de compra que genere engagement y gracias a ello vuelva a consumir e incluso recomendar la marca.
La tendencia más demandada últimamente es la personalización. El cliente busca ser único, quiere que las marcas se dirijan a él por su nombre, que le conozcan, es decir, quiere sentirse especial. En este sentido, las agencias de branding en Vigo buscan la forma de llevar a cabo una nueva forma de packaging para las empresas que se pueda personalizar para cada cliente, ya sea por ejemplo con su nombre en el interior de la caja o un mensaje de agradecimiento.
Sin embargo, no todo vale. Los consumidores últimamente exigen ciertas pautas en cuanto al packaging. Un ejemplo de ello es el plástico, cada vez peor visto. El comprador está por fin concienciado con el problema con el cambio climático y el medio ambiente, y cuando recibe algo envuelto en plástico lo valora negativamente.
La sostenibilidad es una tendencia al alza. Pero no solo tiene que ser sostenible, sino que además tiene que ser llamativo o incluso bonito, es decir, tiene que tener un diseño cuidado al más mínimo detalle. Por otro lado, además el packaging tiene que estar en consonancia con el tamaño del producto que se envía, para evitar el desperdicio de las materias primas. En este sentido las consultoras de marketing estratégico trabajan cómo crear la imagen de marca de la empresa para que el packaging sea sostenible y a la vez no desentone con la identidad corporativa de la marca.
Así pues, las marcas buscan también el reconocimiento por parte de los clientes. Quieren que su imagen esté presente en todos sitios, desde el diseño de sus productos, etiquetas, redes sociales, web y ende, también en el packaging. Aquí las agencias de publicidad en Vigo y Madrid como Absolute Co. llevan la delantera al añadir el neuromarketing al diseño de packaging. Crean una experiencia de marca entorno a su producto, con un packaging especial y muy cuidado. Papel de seda personalizado con el logo de la marca para proteger los artículos, cinta adhesiva personalizada, pegatinas, cajas con un mensaje atractivo o divertido… todo es posible para que la experiencia unboxing del cliente sea lo más especial posible. Todo esto, unido con un copywriting o redacción publicitaria creativa en redes sociales y web, hace que la experiencia de compra sea decisiva en el momento de la compra.
Por último, otra de las tendencias que encontramos en torno al packaging últimamente es la reutilización y la circularidad. Los consumidores cada vez están menos dispuestos a tirar a la basura y más a reutilizar en casa. Cajas bonitas que pueden servir de joyeros o bandejas vaciabolsillos, bolsas de tela, latas que se reutilizan para guardar cosas, velas en tarros con etiquetas bonitas que, una vez consumidas, se pueden reutilizar… Tenemos el packaging reciclado hecho con materiales biodegradables e incluso embalajes hechos a base de semillas para poder plantarlos en macetas una vez utilizados. Se impone la protección del medio ambiente y la sostenibilidad ante todo.
Por todo esto, es necesario que las marcas inviertan cada vez más en el diseño y la calidad de su packaging para que el cliente obtenga la mejor experiencia de compra posible con la marca y por tanto, vuelva a comprar una y otra vez.