Todos sabemos a qué se refiere la gente cuando escuchamos la frase “es el ciclo de la vida” ¿no? Todos vivimos etapas distintas que requieren distintos enfoques. Pues lo mismo les pasa a las marcas. El diseño de identidad corporativa es un trabajo complejo que realizamos cuando empezamos a crear la imagen corporativa de la marca desde cero, se le podría definir como el nacimiento de una marca, el momento en el que reunimos agencias de branding, diseñadores gráficos corporativos y equipos enteros de marketing para captar la esencia y la personalidad de la marca con el fin de transmitir esos valores de forma visual a nuestro target.
Con el tiempo la marca crece, se hace más conocida, alcanzamos a nuestro target deseado y finalmente llega a su etapa de madurez. Este es el momento en que nuestra marca está en el punto álgido de su vida útil: es identificable, conocida y genera buenas ganancias. Si todo parece ir más que bien ¿por qué cambiar la imagen? Las agencias de rebranding en Vigo recomiendan hacer rebranding cuando, una vez alcanzada la madurez de la marca, se nota un freno en el crecimiento, es decir, cuando la marca queda en un punto estable donde sus ventas se estabilizan y no suben durante mucho tiempo. Esto es porque dice parón en el crecimiento es la antesala de un declive comercial, cosa que no significa necesariamente que la marca haya perdido calidad o que los productos y servicios que se ofrecen ya no sean relevantes, sino que nuestro diseño de imagen corporativa ya no conecta con el target.
El diseño corporativo personalizado de la marca se realiza pensando en un público en específico, en una época y con unos principios y la realidad es que los tiempos cambian y junto a ellos nuestro target. No se trata de cambiar por completo la identidad de la marca, sino de adaptarnos a las nuevas circunstancias del mercado y a las ideas de nuestro target. Por ejemplo, si la marca se creó hace 20 años y nunca ha tenido un cambio de imagen, el target podría percibirla como anticuada y no se identificaría con los valores que transmite, pero si se hace un rebranding que incluya un packaging hecho con materiales ecológicos y un diseño más moderno seguramente aumentaremos las ventas, fidelizaremos a los clientes que ya teníamos y ampliaremos nuestro target.
Para saber qué cambios hacer en nuestro rebranding es necesario escuchar a nuestra audiencia. No se trata de cambiar toda nuestra imagen corporativa dado que la marca debe seguir siendo reconocible, sino de modificar los aspectos que ya no resuenan con el público. Es importante plantearse a dónde queremos llegar con el rebranding, a qué target nos dirigiremos y qué objetivos se tienen para la marca a corto, medio y largo plazo. Si sabemos exactamente qué queremos lograr será más sencillo gestionar el proceso y saber qué modificaciones son necesarias, ya sea un cambio leve en el logotipo, una nueva gama de colores o buscar un eslogan totalmente nuevo.
Los cambios que se realicen en la imagen corporativa de la marca estarán basados en estrategias de marketing que faciliten el cumplimiento de los objetivos que tengamos y no deben ser tomados a la ligera, no se trata de escoger una tendencia y seguirla, se trata de rediseñar una imagen de marca que muestre la evolución y los valores de la empresa a la vez que consiga conectar con nuestro target. El rebranding, cuando se hace correctamente, es una herramienta prácticamente infalible para captar la atención del público y estrechar lazos con ellos, fidelizar a los clientes que ya teníamos, aumentar las ventas y recuperar la posición de marca de prestigio.