Lo que no está en Google no existe ¿cierto? O al menos esa es una de las frases que más escuchamos en la actualidad. Si pensamos en cómo aprovechar internet para hacer crecer a las marcas el primer paso es la creación de páginas web personalizadas, pero esto va mucho más allá del diseño y desarrollo web en sí. Una vez pasamos la fase de gestión y compra de dominios web debemos pensar en dónde se almacenará dicha información.
Toda la información digital debe estar recogida en alguna parte. Así como guardamos nuestras fotografías, vídeos y documentos en pendrives o en el disco duro de nuestro ordenador, las páginas web y toda la información que recogen también deben almacenarse en alguna parte. Para esto, las marcas optan por contratar alojamientos web, o hostings, en los que almacenar sus plataformas online y todos los elementos audiovisuales que las componen. Las agencias de hosting Vigo recogen toda esa información en servidores, que son ordenadores de muy alta potencia que se mantienen encendidos y conectados a internet las 24 horas del día para que podamos acceder a nuestras páginas web en cualquier momento desde cualquier parte del mundo. Para asegurarnos de que contamos con un hosting seguro para marcas es trabajar con empresas de alojamiento web que ofrezcan servicios de copia de seguridad en un servidor distinto al principal, para asegurarnos de que nuestra plataforma siga estando disponible en caso de que ocurra cualquier emergencia.
Existen distintos tipos de alojamientos web que se adaptan a los presupuestos y necesidades de todas las marcas, entre los cuales podemos destacar.
- El hosting compartido es la opción más sencilla y económica, por lo tanto, es también la más utilizada. En esta modalidad se reparte el espacio de un mismo ordenador físico entre diferentes usuarios. Los clientes comparten recursos del servidor como la RAM y la CPU de forma en que el comportamiento de unos puede afectar a los demás. Debido a lo asequible que es, este método es ideal para pequeñas páginas y pymes en crecimiento.
- El hosting VPS es una opción más privada que ofrece más espacio de almacenamiento. Si bien en esta modalidad se comparte también el servidor físico, no se comparten los recursos. Esto sucede porque el servidor se divide en compartimientos estancos de forma virtual, lo que permite una mayor flexibilidad a la hora de almacenar diversos proyectos.
- Por otra parte, los servidores dedicados son una infraestructura que se alquila de forma exclusiva para un solo usuario. Aunque no es tan sencillo de configurar como las otras modalidades de hosting, este servicio es ideal para los proyectos más grandes.
- Finalmente tenemos el hosting en la nube. Este tipo de hosting es mucho más seguro, ya que almacena la información en varios servidores que se conectan entre sí por internet. De esta forma se puede redimensionar el espacio que ocupamos sin tener que cambiar de alojamiento físico y a diferencia de las otras técnicas de hosting, en la nube solo se paga por el almacenamiento exacto que consumimos (no una cuota fija).
El funcionamiento de nuestra página web y la calidad de la experiencia de usuario que ofrezcamos es primordial en el crecimiento de nuestra marca y en el éxito de nuestras campañas de comercio digital. Un factor básico para que todo vaya sobre ruedas es contar con servicios de alojamiento web que nos garanticen la seguridad y la estabilidad de nuestra plataforma online con las mejores condiciones que se adapten a las necesidades de nuestra marca. Tener la tranquilidad de que nuestro portal en internet funcionará correctamente desde cualquier parte del mundo y en cualquier momento permitirá que nuestro target lo visite con más frecuencia y se traducirá en un aumento en nuestras ventas.